Una buena iluminación es básica en los baños aseos de nuestro hogar, especialmente en la zona de alrededor del espejo. De la misma manera, deberá ser una luz práctica versátil, es decir, que se pueda adaptar a distintas situaciones y crear varios ambientes.

 

Nuestro baño deberá contar con una luz suficientemente clara y fuerte para poder maquillarnos correctamente, pero también será útil que mediante la luz podamos crear un ambiente cálido para relajarnos en la bañera o bajo la ducha

Es importante centrar luces puntuales alrededor del espejo, preferiblemente en los laterales para evitar así cualquier sombra sobre la cara. Si desea poner una luz por encima del espejo, coloque varias lamparitas que ayudarán a eliminar estas sombras.
Para la iluminación general, puedes optar por un foco central que ilumine todo el espacio. Cuanto más encastrada al techo esté la lámpara mejor, ya que la luz abarcará un diámetro más amplio.
Deberás prestar especial atención a las luces empotradas en el techo justo encima de la pileta, ya que generarán una sombra molesta sobre la cara.

Asegúrate de que las lámparas que vas a utilizar están especialmente diseñadas para baño, ya que se trata de una habitación muy húmeda y, si utilizas un tipo de luz cualquiera, se fundirá o estropeará muy rápidamente.
También se recomienda disponer al menos de dos interruptores, uno para la luz general y otro para la la luz del espejo. De esta forma, tan solo utilizaremos la iluminación puntual cuando sea necesario y ahorraremos energía.