Un Futuro Hogar Sostenible
La arquitectura bioclimática es otro de los conceptos que ha adoptado la creciente tendencia a añadir la cuña ‘bio’. Ya sea a secas, como sufijo, o como prefijo de otra palabra.
Consiste en diseñar edificaciones teniendo en cuenta las condiciones climáticas de su ubicación, y aprovechando los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia, vientos). Todo ello, para disminuir el impacto medioambiental, e intentando reducir el consumo de energía.
La tendencia de los proyectos de rehabilitación y reforma y construcción de obra nueva que se están planteando en la actualidad, cada vez con más frecuencia se apuntan al diseño de edificios a la carta de una manera muy particular.
Opción a la que cada vez más los ingenieros y arquitectos recurren para mejorar el confort térmico de sus viviendas.
Este tipo de arquitectura, se basa en la importancia de proporcionar a la construcción confort térmico y acústico, así como de controlar los niveles de CO2 en los interiores del espacio.
Los principios son:
- La orientación: se diseña tomando en cuenta la posición del sol para aprovechar al máximo la luz solar.
- Soleamiento y protección solar: en este punto y dependiendo de la región en que se esté construyendo, los vidrios deberán contar con protección solar para disminuir la entrada de la radiación solar.
- Aislamiento térmico: muros gruesos, edificios enterrados o semi enterrados; son algunas de las técnicas de construcción utilizadas para conseguir un correcto aislamiento térmico, que deberá retener el calor o impedir su entrada dependiendo de la estación del año.
- Es conveniente, en la medida de lo posible, reciclar y reutilizar los residuos generados.
- El uso de energías renovables, pues aprovechan los recursos naturales para suministrar energía. La energía solar (tanto la térmica como la fotovoltaica) permite climatizar la casa de forma directa o a través de paneles o cubiertas solares.
- Ventilación cruzada: con el objetivo de crear una buena ventilación en todas las áreas de la construcción.
- La adaptación al entorno, también en su forma física, es otro de los aspectos a tener en cuenta. Se trata de que su forma resulte conveniente para maximizar esa eficiencia energética y autosuficiencia a la que hay que tender.
¿El objetivo? Conseguir la máxima eficiencia energética. Este sistema produce una reducción del 76,77% del consumo energético respecto a una vivienda convencional de las mismas características.
Sara Blanco
Apasionada del Diseño e Interiorismo desde hace más de 20 años.
Construyo sueños que permiten a las personas ser más felices.